Llavallol, una transformación sin precedentes

Publicado por Graciela

Plaza "San Francisco de Asís": pasado y presente
Luego de casi cuatro décadas, el Estado municipal restituye a los vecinos, mediante obras, el pago de las tasas municipales. La importancia de los espacios públicos

 
Los espacios públicos son uno de los elementos que mejor definen el perfil de cualquier ciudad. A menudo son reflejo del entorno urbano en el que se insertan, o son proyección del modelo de ciudad deseado por las gestiones que los diseñan y construyen. Claro, en tanto y en cuanto gestionen. También en ocasiones son el reflejo de las demandas y necesidades de quienes residen en sus alrededores. Pero además, por espacio público podemos entender aquel espacio urbano no edificado,  al que se tiene libre acceso por parte de los ciudadanos con fines recreativos,  de paso, de intercambio o de ocio. Cualquier lugar no es un espacio público hasta que se le da un uso público, sea programado, sea como resultado de una acción espontánea temporal, o con vocación de permanencia que se propone el accionar de un Gobierno, sea éste, municipal, provincial o nacional.
Parques, jardines, plazas y zonas peatonales son espacios de convivencia entre residentes de diversas edades y condición, visitantes de diversos tipos, niños, padres, el punto de reunión de los adultos mayores que desea, a modo de ejemplo, jugar  una partida de truco mientras otro ceba unos mates; personas que ejercen actividades laborales formales e informales y desean un lugar donde distraer su mente, entre otros.  Son un hogar, un refugio, un lugar de ocio y deporte, de socialización, y de encuentro. Uno de los grupos que mayor uso hace de los espacios públicos en general, sean plazas o   parques, son los jóvenes. Por su carácter simbólico y su importancia como escenario de encuentro e intercambio social, los espacios públicos son elementos clave en su socialización porque suponen un lugar de uso casi cotidiano, si el tiempo lo permite.
¿Quién podría negar que el parque o la plaza de referencia se convierte también en elemento identificatorio entre el residente y el espacio urbano? Como ya he mencionado, éstos han sido lugares de socialización tan importantes como la escuela o la familia, pues es en ellos donde los vecinos se han ido socializando desde niños, pasando por la juventud hasta la edad adulta.
Es aquí donde es mi deber, y diría que hasta una obligación como ciudadana y como representante de un medio de expresión, considerar que toda esta interpretación, función, y existencia de "los espacios públicos" se nos negó durante casi cuatro décadas, pues una plaza sin juegos, sin bancos, sin cestos, sin luminarias, considero que más que una plaza, es un sitio extremadamente  indigno para un ciudadano.
Desde hace poco más de un año y medio la gestión del Intendente Martín Insaurralde consideró que una ciudad sin plazas, cuya ausencia impide las actividades al aire libre, las reuniones de amigos, jamás podrá tener y contener a los jóvenes, colaborando de esta forma a que sus vidas encuentren  un lugar sano donde poder expresarse, evitando en gran medida  su  incursión en nefastas tentacionesYo se que muchos dirán que la buena y correcta gestión de un  funcionario es sencillamente su obligación, pues es el pueblo quien lo elige. Esto es muy cierto, pero lo que debiera ser una obviedad, no siempre lo es.
Qué mejor ejemplo para hablar de ausencia de gestión pública: permitamos que nuestra memoria nos retrotraiga al pasado, pero no para vivir del pasado, sino para no repetir errores. Siendo un año electoral, vemos que con un descaro mísero, menospreciando deliberadamente el pensar de cada vecino de Lomas de Zamora, un dirigente político se postula como candidato presidencial, olvidando alevosamente mencionar en sus burlescos discursos, donde vaticina todo tipo de "katrinas", que los lomenses fuimos gobernados por él como intendente, como Gobernador de la provincia de Buenos Aires, como vicepresidente, y finalmente como Presidente, y no dirigió una sola mirada a su tierra, a su Lomas de Zamora.
Hoy tenemos la posibilidad de ver como nuestros impuestos vuelven a nosotros en obras, sean plazas, asfalto, bacheo, luminarias, remodelación de todas las escuelas públicas, erradicación de basurales clandestinos, entre otras cosas. Falta mucho por hacer, pero hemos pasado de la indignación a la esperanza, creyendo que íbamos a quedar hundidos en el fango.
 Por ello, el próximo 23 de Octubre, antes de votar hagamos un paneo en el distrito, y  votemos de tal manera que este proceso de crecimiento pueda continuar, para que cada vecino de Lomas tenga lo que merece: una mejor calidad de vida y su merecida dignidad.